La primera idea que nos vino a la mente fue algo convencional: los preparativos en la habitación de un hotel o de una finca, incluso de una casa. Pero queríamos ir más allá, pensar en un escenario donde la novia se encontrase tranquila sin perder esos pequeños nervios previos a su boda. Y de ahí surgió: “Un paseo por la playa”